La mayoría de nosotros, creamos una imagen muy concreta cuando se nos habla de ortodoncia, esta conlleva hierros y un aparatoso sistema bucal que no termina de lucir agradable o estético. Sin embargo, existe un tratamiento de ortodoncia que no requiere de la colocación de estos brackets y es casi invisible, estamos hablando del Invisalign.
El Invisalign es un tratamiento de ortodoncia que mediante alineadores transparentes consigue una alineación de los dientes gradualmente. Gracias al uso de las imágenes 3D, los profesionales ortodoncistas analizan primero la posición de los dientes para desarrollar un plan que consiga con la consecución del proceso un resultado exitoso. De esta forma, el paciente siempre será conocedor del tiempo que durará el tratamiento así como la mejoría que conseguirá alcanzar.
El funcionamiento de este dispositivo se basa en el movimiento cuidadoso, controlado y programado de los alineadores que se va produciendo por etapas. Los pacientes hacen uso de diferentes alineadores según lo establecido en su tratamiento, pero en general, cada alineador se lleva puesto alrededor de dos semanas.
Las ventajas del Invisalign son abundantes y puede que en cierta manera eso es lo que lo hace especialmente interesante.
- Son prácticamente invisibles: Esto hace que se consiga un proceso más estético para el paciente.
- Removibles: Es decir, uno puede retirarse la férula cuando desee, bien sea para lavarse los dientes, usar hilo dental o incluso comer.
- Comodidad: Los alineadores no producen molestias ni roces debido a su material
- No son un problema para comer y beber: El hecho de que puedan ser extraídos permiten al paciente comer y beber cualquier alimento sin que su tratamiento se vea alterado.
En cualquier caso, es importante conocer que este tratamiento necesita de la colaboración de los pacientes y de su constancia, ya que los alineadores deben ser llevados todo el día, o como mínimo 22 horas al día.
Por último, podríamos decir que no hay una respuesta categórica sobre cuánto dura este tratamiento, pues este depende de la malposición o si hay que realizar cambios en la oclusión. En general, los tiempos suelen moverse entre los 3 a 12 meses, a excepción de casos donde haya que corregir mordida que podría llegar a requerirse hasta 18 meses.
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