La limpieza dental es una parte fundamental de la salud bucal y es esencial para mantener una sonrisa sana y cuidada. Se recomienda someterse a este procedimiento al menos una vez al año, o incluso, si es posible, unas dos veces al año. Sin embargo, con unos buenos cuidados, podemos hacer que los resultados sean más duraderos y que podamos reducir un poco esa frecuencia.

  • Cepilla tus dientes adecuadamente

Después de una limpieza limpiar, es esencial seguir manteniendo una rutina de cepillado con la frecuencia recomendada y con la técnica correcta. Para ello, se recomienda utilizar un cepillo de dientes con las cerdas suaves, y cepillarse al menos dos veces al día durante dos minutos. También debemos prestar una atención especial a la forma en la que los cepillados, ya que debemos llegar a todos los huecos y en todos los ángulos posibles.

  • Usa hilo dental

Este elemento es esencial para realizar una limpieza en profundidad, especialmente si tenemos algún espacio o hueco entre nuestros dientes, puesto que será crucial para eliminar restos de comida y placa que se acumula en la línea de las encías.

  • Utiliza un enjuague bucal antibacteriano

Un enjuague bucal es el aliado perfecto a la hora de eliminar todo resto de bacterias que puedan quedar en tu boca después de la limpieza dental. Puedes consultar a tu dentista cual puede venirte mejor para tu caso específicamente, y usándolo con frecuencia podrás mantener mucho más los resultados de la limpieza.

  • Bebe agua y cuida tu alimentación

El agua es tu aliado perfecto para mantener una boca mucho más sana. Beber después de las comidas ayuda a eliminar residuos de comidas y reduce el nivel de acidez que puede existir en la boca. Además, si tratas de eliminar el consumo de bebidas azucaradas o ácidas, cuidarás mucho mejor de tus dientes, ya que estas pueden dañar el esmalte.

  • Evita fumar y el exceso de alcohol

El tabaco y el alcohol son elementos muy perjudiciales para tus dientes y encías, y además, aumentan el riesgo de sufrir enfermedades bucales. Por lo tanto, si intentas reducir el consumo de estos, cuidarás tu sonrisa tanto después de una limpieza bucal como en cualquier momento.

En conclusión, cuidar de tus dientes después de una limpieza dental es algo esencial, pero a la vez es sencillo. Solo tienes que seguir estos consejos y consultar a un dentista de confianza para que te dé orientación para seguirlo de la mejor forma adecuándose a tu caso. ¡Tu sonrisa te lo agradecerá!